En el Salón Elíptico del Capitolio Nacional, frente al féretro del senador Miguel Uribe y acompañado por familiares y congresistas, Miguel Uribe Londoño expresó unas palabras de agradecimiento a quienes participaron en el proceso de recuperación de su hijo y evocó su memoria.
Para comenzar su discurso, dio las gracias por las muestras de generosidad y solidaridad que durante estos días se han llevado a cabo para despedir la trayectoria política del senador, a quienes se han unido a los homenajes y a todas las personas que los han acompañado.
“Quiero agradecer a los miles de colombianos que vinieron a despedirse de mi hijo el día de ayer, y a los millones que han estado conectados desde sus casas. Un saludo especial a su equipo de trabajo, a un grupo de profesionales que durante años han acompañado a Miguel desde el Congreso, desde la calle y en esta precampaña”, señaló.
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Igualmente, expresó su gratitud hacia el personal médico de la Fundación Santa Fe, “quienes con tanto amor y dedicación cuidaron de mi hijo hasta su último aliento”, en medio de una recuperación de más de dos meses, tras el ataque que sufrió el pasado 7 de junio en Bogotá.
Durante su intervención, también dedicó una mención especial a María Claudia Tarazona, esposa del senador, reconociendo su valentía, fortaleza y el cuidado con el que acompaño al senador durante este periodo.
“En la ausencia de Miguel honrarás su memoria y continuarás teniendo un hogar maravilloso y ejemplar, en el cual serás mamá y papá, así como yo hace 34 años fui papá y mamá como siempre lo afirmó Miguel”, expresó agradeciéndole y señalando que podrá contar con su apoyo.
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En la parte final de su discurso, Uribe Londoño se dirigió directamente al senador: “Miguel querido, hijo. Le dejas muchas enseñanzas a los colombianos y al mundo. Yo les pido a todos que sigamos viviendo con las enseñanzas de Miguel y que al actuar pensemos siempre: ¿qué haría miguel en esta situación?”, precisó.
Finalmente, se refirió a la relación que tenían, describiéndolo como un hijo ejemplar y cariñoso, agradeciéndole las lecciones y que fuese su guía y su maestro, para concluir deseando “que tu luz siga iluminando el camino de los colombianos”.
